Desde pequeña he sido una gran enamorada de la naturaleza. Siempre
me han fascinado no solo su flora y fauna sino también esa gama cromática tan
infinita. Puedo parecer un poco cursi pero la verdad es que si os fijáis en la
moda os daréis cuenta de que imita a la naturaleza cada temporada. Posiblemente no
os hayáis parado a pensarlo pero si observáis con un mínimo de atención descubriréis
que en otoño-invierno vestimos con los colores oscuros de un día nublado o
lluvioso y con las tonalidades ocres de un bosque teñido por el marrón de las
hojas perecederas. Lo mismo ocurre con la primavera y el verano que nos llenan
con la alegría de los colores del mar, el sol, el agua y las flores. ¿No os
parece hermoso?
Esta temporada dos colores luchan por ser el número uno; el
coral y el verde menta.
En un principio parecía que el coral era el dueño absoluto
de los parabanes de las tiendas pero según iba avanzando la temporada el verde
menta hizo lo propio hasta instalarse en nuestros armarios. Y yo, siendo
sincera, no sabría cual elegir asíque tengo los dos colores. ¿Cómo decantarme
entre el agua y el coral? Otra vez la naturaleza haciéndome dudar.
Creo que a todas nos pasa a veces ir de tiendas y
encontrarnos en la tesitura de no saber cual de varias prendas elegir. Y lo
paso mal. Intento pensar cual de ellas sacaré más partido o cual necesito de
verdad pero por desgracia, la balanza casi nunca se inclina por ninguna. Es muy
difícil escoger entre algo más práctico o algo que nos ha encantado así que levanto
las prendas hasta la altura de los ojos, las analizo con movimientos de cabeza
tipo partido de tenis…y finalmente, me dirijo hacia la caja con las dos
prendas. No estoy dispuesta a prescindir de ninguna. ¿y si llego a casa y no
consigo quitármela de la cabeza?¿Y si vuelvo y ya no está? No es el fin del
mundo pero si llegase, esas prendas morirán en mi armario.