La casa alemana
ha reconocido que en sus inicios apoyó al gobierno nazi. Su fundador Hugo
Ferdinand Boss no sólo fue un ferviente nazi sino que además esclavizó a 180
prisioneros en la fábrica Metzingen durante la Segunda Guerra Mundial.
Sesenta años
después de aquella barbarie la empresa de Hugo Boss ha pedido perdón por los
daños que hubieran podido sufrir por aquellos trabajos forzados en su empresa. Los prisioneros “empleados” en su fábrica vivían en condiciones pésimas en un campo de trabajo cercano a su lugar de trabajo. Escasa higiene y escasos los alimentos que proporcionaban a aquellas personas que además eran sometidas a condiciones de trabajo sangrantes.
El suministrador de los uniformes de las SS fue procesado y multado tras la Segunda Guerra Mundial por su colaboración con la red nazi. Murió en 1948 fecha a partir de la cual se comenzó la producción de trajes de hombre hasta llegar a la actualidad. Hoy nadie puede discutir el prestigio de la marca Hugo Boss.
Uniforme de las Waffen SS |
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