El gusto por
lograr una presencia nos identifica tanto como el color del pelo o un perfume y
por ello desde la antigüedad nos hemos esforzado por diferenciarnos los unos de
los otros para bien o para mal. ¿Por qué no? Quizás aquellos que logran
resaltar por el mal gusto tengan un mayor reconocimiento a lo largo del tiempo.
Todos identificamos al gran genio Dalí con su particular bigote por ejemplo,
sin embargo, y por suerte, el buen o mal gusto siempre es relativo porque
incluso si hoy pudiésemos inventar un Dalí sin su bigote, estoy segura de que no lo haríamos. Es por ello por
lo que podréis encontrar en mi blog diferentes prendas que os gustaran o
aborreceréis pero que lograreis entender que bien conjuntadas os pueden llegar
a gustar. Seguramente os habréis dado cuenta de que una misma ropa en
diferentes personas cambia por completo, pero en lo que me gustaría que os
centrarais es en llevar aquello que os haga sentir bien dejando de lado las
opiniones de la gente. A cada uno de nosotros nos gustan diferentes cosas
porque cada uno tenemos una personalidad y dejar que modifiquen nuestros gustos
es como permitirles que cambien nuestra forma de ser y en consecuencia, vivir
la vida de la persona ajena en lugar de la nuestra. Estoy tan segura de este
pensamiento que es por ello que hago este blog sabiendo que habrá quien lo
apruebe o lo rechace pero con la firme convicción de hacer algo que me gusta y
que puede haceros pasar un rato entretenido con las prendas de mi armario tanto
actuales como “pasadas” y con otras que llaman mi atención. A todos vosotros
tan solo deciros: Bienvenidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su mensaje será moderado
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.