Hoy me he levantado con unas ganas tremendas de ponerme el pantalón rojo. Hacía mucho tiempo que no me lo ponía y la verdad, es que me encanta. Normalmente no me pongo colores vivos porque, casi sin darme cuenta, elijo un look vaquero o negro. Muchas veces me he parado a pensar por qué lo hago y la respuesta es siempre la misma: el subconsciente. No se si a vosotras os habrá pasado pero cuando yo era pequeña mi madre me compraba poca ropa porque éramos muchos en casa así que cuando tocaba compritas mi madre aprovechaba a llenarme de colores. Casi nunca me gustaba lo que elegía para mí, y no es que fuera feo, pero simplemente…no me gustaba. Cuando ya me hice mas mayor era inevitable fijarse en la moda que llevaban las demás chicas pero conseguir que mi madre se modernizara era casi imposible. Una lucha perdida. Pero lo que no he mencionado es que jamás me dejaron vestir con nada negro, daba igual lo que fuera porque no me dejaban. Cuando ya tuve 16 años di rienda suelta a mi pasión por el negro y prácticamente vestía entera de este color…y esa preferencia ha prevalecido desde entonces…
El rojo y el negro conjuntan fenomenal por eso no tenéis que
dudar nunca en utilizarlo en cualquier ocasión y en cualquier época del año. Aquí
lo llevo de sport y en pleno invierno pero imaginad el mismo conjunto sin la
chaqueta y en lugar de un cuello alto, una camiseta…ya tenéis un recurrido
conjunto veraniego.
